El Teide en Tenerife, en las Islas Canarias, es el pico más alto de España y es Patrimonio de la Humanidad

La expansión se encuentra en el centro de la gran depresión de La Caldera de Las Cañadas, limitada por una serie de laderas que muestran la historia geológica a través de las diferentes capas que se desarrollan a lo largo de varios kilómetros.
La propuesta para la inclusión del Parque Nacional del Teide en la lista de sitios naturales del Patrimonio Mundial se basó en este tema principal.
Por un lado, fenómenos naturales importantes o áreas de paisaje de belleza natural y valor estético excepcional. Por otro lado, una de las grandes fases en la historia de la tierra con elementos geomorfológicos o fisiográficos significativos. En el campo de las recientes lavas y piroclastos existentes en la base del estratovolcán se agregan las emisiones dentro de la Caldera, junto con las llanuras endóricas de material volcánico sedimentario. Si a esto le sumamos las erupciones históricas del volcán Fasnia o el de Las Narices del Teide, emerge un paradigma de geología y vulcanología. El trabajo del equipo técnico dirigido por Manuel Durbán, Director del Parque Nacional, se orientó de inmediato a la observación de las características del singular paisaje del Teide. Un paisaje de montaña volcánica en una zona semiárida, situada en el medio del Atlántico y saliendo directamente del mar. Características que, como se ha señalado por el profesor Martίnez de Pisόn, sólo está presente con el Teide, en un recorrido ficticio de Islandia a la Antártida y la Sierra Madre Occidental de México al Himalaya. El aislamiento unido a la altitud de los picos y radiación adaptativa han dado lugar a la presencia, tanto en el Teide que Las Cañadas, de una multitud de especies de plantas que han adquirido adaptaciones en las condiciones ambientales específicas de extrema dureza.

Sin duda, la flora contribuye a enriquecer el paisaje. Porque incluso si la fauna de vertebrados no está muy presente, ese invertebrado ofrece una enorme riqueza de interés. La mayoría de las especies representan endemismos canarios, y al menos 70 especies son exclusivas del Parque Nacional. El Parque Nacional del Teide ocupa un área de 18,990 hectáreas. La declaración como Parque Nacional se hizo por Decreto el 22 de enero de 1954. En 1989 recibió el Diploma Europeo otorgado por el Consejo de Europa, para áreas naturales bien conservadas y administradas.
El paisaje varía sustancialmente en invierno, pintado de blanco, durante la impresionante floración de tajinaste en primavera, o en otoño con la explosión de los arbustos de la hierba pajonera. La vista de Los Roques de Garcίa cambia profundamente cuando sale el sol y cuando finalmente se pone: la luz que se refleja en los campos de roca de obsidiana no es la misma que la de La Fortaleza.
Hace millones de años, en las profundidades del Atlántico, las cámaras de magma comenzaron a liberar materiales. Las erupciones volcánicas subsiguientes se acumularon, provocando el ascenso de las montañas. Millones de años más tarde surgieron del océano y las Islas Canarias comenzaron a aparecer una después de la otra.
Tenerife superó la superficie del mar hace unos 8 millones de años, elevando la estructura de su isla con el apoyo de tres picos: Teno, Anaga y Rasca, y alcanzando los 4.500 metros sobre el nivel del mar.
Hasta hace 170,000 años, el techo de la isla colapsó, causando un derrumbe de dimensiones gigantescas. Se formó una gran cuenca, nuevas actividades volcánicas y acumulación de materiales. Parte de la cumbre se deslizó hacia el mar en el lado norte, creando el Valle de La Orotava. Algo similar ocurrió en la fachada sur con el Valle de Güimar.
Millones de años de actividad caótica y variada. Valli, paredes escarpadas, presas naturales producidas por inyecciones magmáticas, campos de obsidiana, flujos de magma, acantilados erigido modelado por la erosión diferencial, bloques sólidos inmensas, los canales formados por los ríos de lava, techos de la flacidez de camas de lava de fluidos. Y luego colores. Múltiples colores: negro brillante, tonos rojizos, azul y verde de azufre, mil variaciones de colores ferruginosos, amarillos y ocre. Y fue precisamente esta belleza creada durante millones de años, para garantizar que la UNESCO incluyera el Teide en la lista del Patrimonio Mundial.

Fuente http://www.vivilecanariemagazine.com/teide-patrimonio-mondiale/